ARCILLA ROJA
La arcilla roja se usa especialmente para aquellas pieles que suelen ser más sensibles, incluyendo las pieles secas y atópicas, favoreciendo su cuidado y reparación.
El color rojo de la arcilla viene por los altos niveles de oxidación del hierro, el cual nos ayuda a suavizar la piel, haciéndola la mejor variante de arcilla para pieles maduras y dañadas.
Un dato curioso de este polvo es que lleva una carga electromagnética negativa que, al activarse con el agua, se adhiere a la carga positiva de muchos tóxicos. Esto significa que actúa como un imán, atrayendo las impurezas, los metales pesados y otras impurezas de nuestra piel. El funcionamiento de la arcilla es simple: absorbe tóxicos y suelta minerales vitales para que el cuerpo se sirva de ellos.
Modo de empleo: Aplicar sobre la piel limpia y tonificada, con la ayuda de los dedos o con un pincel de mascarilla, impidiendo el contorno de ojos y labios. Dejar actuar por 15 minutos.
Aclarar con abundante agua tibia y secar bien la piel. A continuación, puedes aplicar un serum o crema según las necesidades de tu piel. Recomendamos aplicar la mascarilla en la rutina de noche, tras una exfoliación 1 o 2 veces en semana.